Miro la paleta de colores del cielo e intento plasmarlos en un lienzo, el tiempo apremia por corto, son tan cambiantes las tonalidades como cambiante es la luz. En mi retina conservo los colores y poco a poco los plasmo en una tela que se vuelve un arco iris.
Estoy sólo, impregnado de las compañías de la naturaleza, se escucha el canto de un jilguero y la suave brisa me hace compañía.
Me siento junto al caballete para no perderme estos momentos sublimes… un cigarrillo me acompaña y lanza nubes que quieren competir con las del cielo, se respira paz, mucha paz…
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| Saudades |
..que maravilloso momento...desprende esencia...
ResponderEliminarmuy delicado..
Me encantó Saudades.
Hola Saudades.
ResponderEliminarPrecioso momento inmortalizado. No sé apreciar si es un ocaso, o un amanecer. En cualquier caso ambos son hermosos.
:- ) Pero es incomparable las nubes que pueden formar el humo del cigarro, ya que son grises, con las nubes del cielos que varían en tonalidades. Es una metáfora por el gusto tan placentero que te proporciona el cigarro.
Saludos