lunes, 24 de febrero de 2014

ALGUNO DE MIS CUADROS (Actualizado)

Adolfo Suarez


 
Paisaje de Picos de Europa
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Dejo aquí alguna de mis obras que formará parte de la exposición, espero que guste aunque aclaro que no soy profesional de esto solo un simple aficionado.
 Alberti, Picasso y Unamuno son pastel el resto óleo.
 
Saudades - 2014
 



 

viernes, 21 de febrero de 2014

MIS DISCULPAS




Esta pequeña entrada es para pediros disculpas por no entrar en vuestros blogs, este verano hago una exposición de mi obra, grabados, pastel y óleo y últimamente solo pienso en formas y colores, no en palabras, y me absorbe todo el tiempo los lienzos, ya tengo preparado gran parte de lo que voy a exponer pero aún me quedan tres o cuatro obras para completarla.

Ayer mismo terminé un retrato de Adolfo Suarez que será el cuadro más importante de la misma pues la exposición va a ser en el pueblo donde nació, Cebreros (Ávila) un lugar muy querido para mi y donde tengo muchos amigos y recuerdos de juventud.

Volveré a las andadas con Stradivarius, en mi nube o como andariego persiguiendo quimeras, o seguiré con mi guerra particular  contra tanto estafador como pulula por esta piel de toro que estamos desgajando, y sobre todo, en mis letras procuraré sacaros una sonrisa como casi siempre he intentado.

Besos y abrazos,

 

Saudades - 2014

 

sábado, 15 de febrero de 2014

PINCELADAS DE AUTOR (II)




Dejo aquí un pequeño pasaje de uno de nuestros  autores, apuntes de un andariego, caminante de pueblos, fotógrafo de buhoneros, contrabandistas, lavanderas de río o pilón, zagales, vaqueros y pastores, clérigos y el largo espectro que poblaba las tierras de España en el principio de los años 50; el autor se denomina a sí mismo "vagabundo"




 !RELECHES! Olvidé el autor y el título de la obra.

"El sol, bien alto ya, despertó al vagabundo de sus amables sopores. El vagabundo, después de pensarlo un poco, tomó el camino de Cerezo de Abajo, a cuatro leguas, a donde llegó, silbando un pasodoble torero, a tiempo de dormir en la venta Juanilla, quizás para llevarle la contraria al cantar:

En la venta Juanilla / nunca te pares, / que por un par de huevos / cobran dos reales [....]

Por la ladera del montecillo de la dehesa boyal, el vagabundo se topó con un niño que llevaba un cantazo en la frente y que venía, golpeando entre matas, persiguiendo a la empavorecida pollada de perdigones que aún no han aprendido a levantar el vuelo.

-Los cazo para reclamo, ¿sabe usted?, y más que palos lo que les doy son achuchones para que se rindan.

-¿Y se rinden muchos?

-Pues sí, señor; a veces, sí.

El niño tiene los ojos verdes, la piel tostada, el pelo entreverado, los andares sueltos, el habla espabilada, de campanita la voz y el aire montaraz.

-¿Cómo te llamas?

-Me llamo Sindo, para servir a Dios, al rey, al señor maestro y a usted.

-Muy bien. ¿De quién eres?

-Soy de la María, la Sangrá.

-¿La Sangrá?

-Si. A mi padre le decían Gallineja, pero a mi madre, desde que mi padre la pinchó, la llaman la Sangrá.

-¿Y tu padre?

-No sé. Se lo llevaron los civiles, ya va para tres años.

Si el vagabundo no hubiera tenido el firme propósito de no ligarse a nada, se hubiera llevado a Sindo en su compañía. Sindo, con su pinta de lobezno errabundo, hubiera sido un aprendiz de provecho y un discreto y apañado escudero. El vagabundo, que ama la soledad, a veces se espanta de la soledad. Si la soledad no se rompiera con el mirar de Sindo, el vagabundo se hubiera llevado a Sindo de la mano. Pero la soledad es celosa, incluso tirana, y Sindo Gallineja se quedó sólo mientras el vagabundo, quizás hasta resignadamente, tiró por el camino adelante sin volver la cabeza para no convertirse en estatua de sal.

 Saudades - 2014

 

domingo, 9 de febrero de 2014

¿LE ESCUCHAS?




¿Le escuchas? Te está contando historias desde sus olas, historias de la vida en sus profundidades y te trae aromas de latidos y de encuentros.

Siéntate, te cuento la historia de la joven Lucrecia, aquella que encontró su primer amor en un joven marinero que como ella amaba la libertad y amaba sobre todas las cosas a ella, fueron muy felices en esa juventud que disfrutaron pero un buen día la mar se lo llevó, se llevó su frágil barca a las profundidades de su seno.

Lucrecia, incapaz de asimilarlo se acercó a ese mar que se lo llevó y poco a poco se sumergió en sus aguas, el mar la llevó a las profundidades, junto a su amado y allí juntos vivieron y viven, y en una gruta hicieron su nido y en ese nido nacieron ilusiones, esas ilusiones son las pompas que continuamente salen a la superficie y se expanden por el universo.

. . .

En las noches tranquilas, cuando la luna se asoma a su orilla se ve jugando a una sirena con un marinero, y se besan y se abrazan como si fuera el primer día y ya nunca nada ni nadie podrá separarlos, les ha unido su mar y les ha unido el amor, eterno.

 
Saudades - 2014 

jueves, 6 de febrero de 2014

JUGANDO AL ESCONDITE

Brita Seifert




Cuento hasta 69, abro los ojazos pícaros como el dueño, busco en el baño, no está, busco en el nido de amor, no está, busco en la cocina, no está, busco en la habitación-nave de los 18 niños o más (ya ni me acuerdo), no está, busco en el gran salón del Oeste, no está, busco en la casa de empeño, no está, busco en la casa de la vecinita, me pide un favor la vecinita que le hago con muchísimo gusto, son las cosas de la convivencia vecinal, vuelvo a la mansión, busco en el frigorífico industrial, no está.


!Donde leches estará la Bella Dorotea!!!


Saco una cervecita y como el día que sin desearlo me parió mi madre, desnudo, me siento en el sofá, ya vendrá, ensimismado pensando en los marcianos y en los venusianos veo aparecer una pierna detrás de los cortinones que me regaló la Bella Sinforosa…

!Eso es una pierna y no las canillas de Sau, Releches!!!


Poco a poco me descubre su cuerpo de Diosa del Averno, me baila la danza de los 18 velos sin ningún velo, como tiene que ser ¡Rediez!, para qué andar con conveniencias sociales, ¡Leches!, se acerca, me sube la bilirrubina y el tolón-tolón, ni me inmuto, trago a la cerveza, se me sienta encima, casi me rompe el tolón, me muerde una oreja, menos mal que me queda otra, trago a la cerveza, reponiéndome del favor a la vecinita, me pide guerra, a mi que soy hombre de paz, trago a la cerveza, la acuno cantándole una nana, se me queda dormida, trago a la cerveza, pongo la tele, dos marujonas millonarias tirándose de los pelos, eso es lo que vende, cambio de canal, fútbol, 22 tíos corriendo detrás de la pelota, eso también vende aunque no tengamos para comer, apago la tele, que alivio, me entra el sueño, ronquido va, otro más grande para que se entere el vecindario de quien manda aquí, me despierta un rugido que hace temblar las paredes, la Bella Dorotea tan feliz soñando en el regazo de su hombre, le acaricio su cuerpo que parecen pétalos de rosa, ronronea, abre un ojo, se abraza con fuerza a mí y poco a poco, con sus largos preámbulos comenzamos, otra vez la batalla que más nos gusta…

!Jugar a las prendas!!!

Nos vestimos rápidamente, me pongo tres esconde-tolón tolón, cinco pares de calcetines, tres camisetas, pantalones cortos, largos, mediopensionistas, la muñequera de cuando jugaba al tenis, la cinta para el pelo que me regaló mi amigo Rambo, el sombrero de tres picos, el cinturón de electricista con las herramientas, las gafas de incognito y empezamos a jugar.


El que pierda le toca debajo en el ñaca-ñaca.


Así es la vida... un frenesí.


Saudades – 2014


PD.- A veces en bueno reírse de la vida, sobre todo cuando está llena de nubarrones, pero a mal tiempo... las locuras de Sau.
 
 

 




 

lunes, 3 de febrero de 2014

DON MIGUEL DE UNAMUNO


 

Si aún viviera, podríamos ver al quijotesco Unamuno encendido en esa rabia tan peculiar suya ante la sinrazón, que definía al gran escritor vasco tan silenciado por los nacionalistas, al comprobar lo que pasa en su querida España; al ver como en un pasado tan plagado de mentes tan lúcidas como la suya, con esa gran pasión que sentía por todo lo español, ha dado esta ruin cosecha actual de nefastos políticos, empecinados de mil maneras en destruir esta nación, construida con tanto sacrificio por las generaciones que nos precedieron durante cinco siglos. Se siente un gran vacío cuando se comprueba la ausencia de personas rebeldes como Unamuno en el establishment de la casta política.

Independiente y alejado de corrientes, insobornable en un país donde la corrupción nos asola, ignorado en el reinado de Alfonso XIII, desterrado por la dictadura de Primo de Rivera, ensalzado y, después, arrinconado por los políticos republicanos cuando atacó los excesos de aquél régimen y, por fin, aislado totalmente por el naciente franquismo.

Su vida es un ejemplo de valentía, coherencia consigo mismo y amor a España, esa palabra que rechina para muchos que la cambian por “Estado”. La tolerancia, la unión de todos los españoles como una piña fueron los ejes fundamentales en los que basó su pensamiento y toda su vida.

Hombres como él son los faros ausentes, esos faros más necesarios que nunca y que deberían guiarnos, en nuestra dejadez y pasividad ante la crispada sociedad española que nos han dejado entre unos y otros. 

NIEBLA

Fue la obra que gozó de un mayor éxito entre el público, llegando a publicarse en, al menos, doce idiomas

La obra de  Unamuno se desmarcaba de todo el encorsetamiento estilístico de la época, y no fue pasado por alto por los críticos de entonces. A ello se unió la rebeldía política de Miguel y las antipatías que despertaba, configurando un caldo de cultivo que le valió la indiferencia y desdén de muchos dedicados a la materia, no es bueno la no pertenencia a lo políticamente correcto. No obstante, ocurrió todo lo contrario entre el público, que congenió con la manera fresca y metafísicamente natural propia del autor bilbaino. De hecho, Niebla es el estandarte de Unamuno. A Miguel no le importaron estas críticas referentes a los patrones de estilo, etc., porque para ello se había decidido a crear ese nuevo género, la nívola, donde sentirse cómodo y poder escribir con libertad y sin dar explicaciones a nadie. De alguna manera, esta novela era el correlato material rebelde del autor, que lanzaba una enorme bola de nieve para despertar a los hibernantes autores noveles de la época. De una vez por todas, los escritores eran libres.

Pero aún a su pesar esa España que él tanto amó no es libre, las aves de rapiña la están carcomiendo por dentro sin que nadie se atreva a dar por terminado el festín.


Nos hacen falta muchos Miguel de Unamuno, hombres y mujeres dispuestos a regenerar la cosa pública.